Golpes y caídas en los bebés. ¿Qué hacer?

La prevención es el mejor aliado para cuidar a tu bebé, pero más que queramos protegerlo, existen accidentes que no podemos evitar, por ello es muy importante que estés preparada para saber qué hacer en caso de que tu pequeñ@ sufra algunos golpes o caídas.

Los golpes se clasifican de acuerdo al tipo de herida que se manifiesta:

• Abierta: cuando se daña la piel y causa un sangrado.
• Cerrada: cuando aparece un chichón o hundimiento de la zona del golpe.

Como en cualquier situación inesperada, conserva la calma. Alterarse no va ayudar en nada a resolver lo que está sucediendo, por lo cual, si tu bebé se pega en la cabeza o se cae, después del susto que te llevarás respira profundamente y rápidamente acércate a él para revisarlo.

1. Verifica que esté llorando, pues eso indica que sus funciones vitales están presentes.
2. En caso de hemorragia, presiona la herida con una gasa, toalla o trapo.
3. Si sólo hay chichón, coloca hielo sobre éste, de preferencia picado en una bolsa de plástico o en un pedazo de tela.

¿En qué casos debo llevarlo inmediatamente al doctor?

• Si la herida es grande o no deja de sangrar
• Si percibes algún hundimiento en la zona del golpe (por mínimo que sea)
• Si vomita sin hacer esfuerzos (a esto se le llama vómito proyectil)
• Si tuvo convulsiones o tiene problemas de coordinación
• Si quedó inconsciente al momento del golpe o la caída, aunque sea por un momento.

Respecto al llanto de tu pequeñ@ también hay varios puntos que debes verificar para descartar un espasmo sollozo, el cual es una pausa en la respiración cuando llora (comúnmente se conoce como privarse) que pone sus labios de color azul o morado. En casos severos puede causar desmayo, convulsiones o atragantamiento.

Si el espasmo es normal, deja que recupere la respiración por sí solo. Por el contrario, si la falta de aire provoca que se desvanezca:

• Recuéstalo sobre su costado y quita con cuidado cualquier objeto en su boca.
• Espera a que recupere el aliento y llore como siempre.
• Jamás lo sacudas o metas en una tina de agua para que “vuelva en sí”.

Con todo lo relacionado con la salud y el bienestar de tu bebé siempre mantente en continua comunicación con el médico. Sus primeros meses son cruciales para su desarrollo futuro.