Más Abrazos // Martes 3 Noviembre, 2020 // #parto, #cuidados, #maternidad, #consejos
Después de dar a luz sucede un periodo de sangrado similar al que estás acostumbrada a experimentar cuando estás menstruando y que va disminuyendo paulatinamente. Pero ¿qué se considera una hemorragia?
Luego de que tu bebé nace, tu útero se mantiene en su mayor tamaño. Mediante contracciones expulsará la placenta y después continuará contrayéndose hasta recuperar su tamaño normal.
Durante ese proceso se presenta un sangrado que se compone principalmente de moco y restos de tejido uterino. Lo normal es que dicho sangrado disminuya con el paso del tiempo y su color sea cada vez más claro, hasta desaparecer por completo.
Por lo general, las hemorragias post parto ocurren inmediatamente después de que se expulsa la placenta, pero también pueden presentarse más adelante. Por eso es importante que mantengas reposo y vigiles la cantidad de sangre que vas perdiendo después de dar a luz. Si detectas que lejos de disminuir, la cantidad de sangre que pierdes se intensifica y va en aumento, acude al médico inmediatamente, ya que podrían ser señales de hemorragia post parto.
Las hemorragias post parto ocurren cuando el útero no genera las contracciones necesarias para que los vasos sanguíneos dejen de sangrar. El obstetra puede administrar fármacos para estimular estas contracciones.
Si bien en muy pocos casos puede presentarse una hemorragia masiva que requiera medidas de urgencia, lamentablemente se trata de una de las principales causas de muerte materna.Por ello, es importante que conozcas a tiempo cuáles son algunos de los principales factores de riesgo relacionados con la hemorragia post parto. Estos son haber tenido un embarazo múltiple, un parto prolongado, obesidad de la madre y cesáreas de emergencia.
Cuando se presenta una hemorragia masiva después de dar a luz, los profesionales de la salud se encargan de detenerla para salvar la vida de la madre. Las medidas inmediatas son el masaje uterino o la aplicación de fluidos intravenosos.
En caso de requerirse medidas más avanzadas, pueden aplicar suturas de comprensión en el útero o usar la técnica de embolización, que consiste en ubicar a través de imágenes radiológicas los vasos sanguíneos causantes de la hemorragia para ocluirlos, es decir, secarlos. De esta manera, logran salvaguardar la vida de la madre sin necesidad de recurrir a una histerectomía, la cirugía de emergencia en la que se extrae el útero.
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